"Para enamorarla, simplemente tenía que hacerla reír.
¡Mala jugada! Ella sonría y era yo quien me enamoraba más."
¡Mala jugada! Ella sonría y era yo quien me enamoraba más."
¡Mesero! Una cucharada más de amargura para mi café, por favor. Debo sacar del alma esta desolación inconclusa que se apiada a medias de mi desgracia. Intentaré cargar menos angustia en los bolsillos de mi desgastada camisa, porosa y ajada de tanto cubrir la piel de mi cuerpo marchitado y cansado.
Leves instrucciones para suicidarse. Antes de comenzar a detallar las instrucciones a seguir para suicidarse impondré unas cuant...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario