A una mujer si se le toca
Se le toca con los dedos para excitarla y acariciarla
Y Con los oídos para escucharla.
Con los labios para besarla.
Y con la boca para enamorarla.
Con los pies para caminar a su lado.
Y con los brazos para tomarla de la mano.
Con los ojos para no perder ni un segundo de su presencia.
Y con la mente para recrearla en la ausencia.
A una mujer se le toca con todo el cuerpo para hacerla volar, con las letras para hacerla inmortal. Porque esa mujer de la que se enamora y a la cual le escribe un poeta, nunca podrá morir, seguirá siempre presente en sus letras, entre sus líneas.
Creo que a una mujer si se le toca, se le toca con todo el cuerpo, se le toca con amor y deseo.
Un Personaje - David A. Bermúdez.
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