viernes, 13 de diciembre de 2013

Acampada.

Éramos tres bajo la carpa y bajo el cielo,
Un cielo despejado
Y con nuestra tercer acompañante,
Radiante, luminosa y llena

¿Observábamos las estrellas o ellas nos observaban a nosotros?
Nos hacía más felices la idea de ser observados por tan majestuosos seres
La Luna nos seguía como iluminando el camino
Y desvelando una perfecta noche bajo los árboles

Nos acostábamos a dormir cansados de soplar el fogón con risas
De contar las infinitas estrellas
De cantar unos versos, tararear otros cuantos
Y de conversar con la Luna.

En la mañana buscábamos hongos de ayuno
Para comulgar con el universo
Y sentir uno que otro efecto alucinógeno
Mientras cuidábamos el cielo y la luna cuidaba nuestra carpa.

Al final del viaje éramos tres caminantes felices
Vagando por la vida
Con la carpa al hombro
Y el cielo.

Un Personaje.

domingo, 1 de diciembre de 2013

Carta a Jaime Garzón Forero:

Primero, el país se rió hasta más no poder, hasta entender la problemática de un país por medio del humor; criticó, apoyó y sintió amor. Luego, ese mismo país, lloró y supo lo que era el dolor patrio al ver los sueños de un mejor país esfumarse junto a una voz que habló por toda una nación; después se indignó y sintió rencor, salió a las calles a pedir justicia y se unió como nunca antes en su historia. Pero luego olvidó, como es usual en un país sin memoria que tapa con polvo la sangre de sus héroes para luego poder caminar sobre ellos.
Acá todo sigue igual Jaime, los lustradores de zapatos no tienen trabajo porque los de más se limpian las botas con las esperanzas de los menos, y son pisoteados así como un país entero que ya no encuentra consuelo ni en la risa. Pero como dicen "reír para no llorar" Nos toca reír todo el tiempo, porque sino, lloraríamos todos los días.
“¿Y ustedes qué están esperando, que vengan a solucionar el problema que somos nosotros mismos?”
¡Cómo haces de falta en un país con mucha historia pero sin memoria, Jaime Garzón Forero!”

Te regalo mi lado derecho de la cama:

Te dejo dormir en mi cama, pero solo sí dejas tu olor impregnado en la almohada.
Te doy un espacio en mi espacio, porque el vacío en mi habitación es más llevadero si hay una espalda acariciando las sábanas.
No te pido que me abraces, ni que me beses; con el calor de tu cuerpo y respiración en mi colchón me basta.
No intentaré retenerte si alguna mañana me das un beso o tal vez sólo un abrazo de despedida, pues tu silueta quedará dibujada en mi lado derecho de la cama y con ella dormiré.
Todas las mañanas acariciaré tu silueta dibujada, la besaré mientras procuro no desdibujarla y pongo a volar mi imaginación para no extrañarte cuando no me acompañes en las noches.
A veces te extraño... y a veces también.
Te regalo el lado derecho de mí cama, pues es el lado al que duermo cada noche mientras recuerdo que, a veces te tengo y a veces... también.
Un Personaje - David A. Bermúdez.

Leves instrucciones para suicidarse. Antes de comenzar a detallar las instrucciones a seguir para suicidarse impondré unas cuant...